domingo, 20 de febrero de 2011

Últimas conferencias en el Instituto Juan de Mariana: el modelo energético español y la tragedia del euro

   Hoy quisiera realizar una reseña de las dos últimas conferencias impartidas en la sede del Instituto Juan de Mariana en Madrid durante el mes de febrero. La primera de ellas fue la celebrada el viernes día 11 e impartida por Gonzalo Jiménez, experto en temas del sector energético. Con el título,  "La energía: esa gran desconocida", nos explicó de un modo didáctico y divulgativo todo lo que rodea a este mercado: desde la producción hasta la comercialización. La charla fue desde lo más general (cómo se produce la energía y qué compañías se encargan de hacerlo) hasta lo más concreto (el sistema tarifario español, la apertura del mercado de los últimos años y los vaivenes en la regulación del sector).

Aún a riesgo de quedarme en lo más superficial, creo que fueron ilustrativas algunas aclaraciones realizadas en la primera mitad de su intervención aclarando conceptos y algunas de las confusiones más comunes en las que recaen, en cuanto a la cuestión energética, los medios de comunicación. Hizo la diferenciación entre potencia y energía y extrajo algunas conscuencias lógicas de ello. Mientras que la potencia se mide en watios, la energía, que es el resultado de multiplicar la potencia por el tiempo de funcionamiento, se mide en Julios. Sin embargo, para evitar números de grandes proporciones, a efectos tarifarios, se ha optado por medir la energía en kw/h y de ahí la confusión entre potencia y energía consumida. También habló de la frecuente confusión entre kilocalorías y calorías, fruto de las dietas adelgazantes que intentan quitarse kilos de encima, incluídos los presentes en las magnitudes de la energía. Una dieta de 2000 calorías no permitiría la subsistencia de ningún ser humano. Si hablamos de 2000 kilocalorías, encontramos otra magnitud mucho más plausible. Otra crítica que hizo Gonzalo fue la referente a la campaña reciente protagonizada por la Selección Española de Fútbol para concienciar sobre el ahorro energético ("Ahorra energía" del IDAE). Los jugadores le piden al seleccionador que apague el LED del monitor de televisión del vestuario. Está bien el gesto como concienciación sobre el gasto energético, pero a efectos prácticos reales, con sólo recibir una llamada telefónica de diez minutos mientras vemos la televisión o planchamos, habríamos despilfarrado en la televisión o la plancha la energía que habría mantenido la lucecita del LED encendida durante dos años seguidos. Hay que estar pendientes de las manipulaciones que desde los gobiernos o distintos lobbies afines a sectores energéticos puedan darse porque poca gente dice la verdad sobre esta cuestión.
La charla y el diálogo que la acompañó derivó hacia el problema que supone para un país como España tener una dependencia energética como la que padecemos. Aproximadamente el 50% del déficit comercial español se debe a la compra de energía al exterior. A pesar las recientes rectificaciones del gobierno en materia de energía nuclear, enfocadas en ampliar la vida útil de las centrales nucleares en funcionamiento, la realidad es que importamos buena parte de nuestra electricidad de Francia, un país que tiene decenas de centrales nucleares. La demagogia y la desinformación ha extendido el rechazo de la sociedad a la energía nuclear, cuando en realidad pagamos la electricidad producida por estos medios a un precio mucho mayor que si se hiciera dentro de las fronteras del país. La seguridad de estas centrales permite confiar en que esta sea la alternativa más razonable al déficit energético español. La apuesta del gobierno socialista por las renovables ha ocultado algunos datos a la opinión pública. Estas energías, pese a las fuertes subvenciones recibidas, sólo suponen el 15% del consumo nacional y, lo que no mucha gente sabe, son dependientes del gas para su funcionamiento. Las plantas energéticas solares y eólicas no pueden producir electricidad cuando las condiciones atmosféricas y de luz no son favorables. Esta inconstancia en el suministro se compensa mediante plantas de gas, que nos vuelven igualmente dependientes del suministro de gas de terceros países. De ahí el interés del gobierno en promocionar los coches eléctricos. Dado que las redes eléctricas no puede almacenar la energía -pese la investigación en marcha de redes inteligentes que mejoren la eficiencia del consumo-, mucha de la producida por los molinos se desperdicia en los momentos de menor consumo de hogares e industrias como, por ejemplo, en las horas de madrugada. La generalización de coches que se recargaran por la noche supuestamente aprovecharían esta ventaja. Sin embargo, todavía no se comercializan este tipo de coches ni la red de servicios que habría de suministrales energía, ni se ha desarrollado de modo eficiente la tecnología de las baterías que han de almacenar esta electricidad. Cuando los políticos se ponen a ordenar las necesidades de la gente es cuando podemos esperar el verdadero caos. La evolución hacia otro modelo energético para nuestro transporte debe realizarse de modo espontáneo y con un sentido económico para cada una de las partes implicadas, sin las distorsiones creadas por los lobbies afines al gobierno de turno o por las subvenciones públicas a modelos de negocio ineficientes o menos eficientes que los que hasta ahora tenemos. Por desgracia, por el momento, no podemos reducir nuestra dependencia de la energía nuclear y de los combustibles fósiles, aunque la iniciativa privada deba seguir estudiando fórmulas para reducir esta dependencia y alto coste, siempre con un sentido económico y no ideológico, o favorable a ciertos cabildos afines al poder.

En una conferencia pronunciada con motivo del centenario del nacimiento de Ronald Reagan, Sarah Palin ha criticado con humor los planes de despilfarro público, también conocidos como "planes de estímulo". En especial, la líder republicana y del Tea Party ha criticado el mito de los empleos verdes y las subvenciones a las energías renovables como solución a la crisis.

El estudio de los "Efectos sobre el empleo de las ayudas públicas a las energías renovables", publicado por la Universidad Rey Juan Carlos y elaborado por varios miembros del Instituto Juan de Mariana, sigue siendo referencia para quienes, desde EEUU, se oponen a seguir un modelo energético tan disparatado como el español. Apoyándose en sus conclusiones, Palin ha criticado que gobernantes y burócratas "nos cuenten que los empleos verdes son el futuro, que los empleos verdes nos salvarán".
La republicana ha ironizado con la burbuja renovable española, que Obama ponía continuamente como el ejemplo a seguir por EEUU: "Para probarlo, apuntan a España, o al menos solían apuntar a España. Pero ya no pueden porque [en España] invirtieron en empleos verdes y no ha provocado otra cosa que deuda masiva, ha disparado forzosamente los costes energéticos y ha generado incluso más desempleo; que ya va allí por el 20%."
A continuación, la ex gobernadora de Alaska explicó, continuando con las conclusiones de nuestro estudio, que "por cada empleo verde creado (en España), se perdieron más de dos empleos tradicionales. Esto no es una política económica. No es una política energética. Esto es desvío de fondos y esto es ingeniería social".
Inmediatamente después de su intervención, en tanto que la ex gobernadora no había citado expresamente las fuentes utilizadas, comentaristas norteamericanos apuntaron a que estaba asumiendo el mensaje que miembros del Instituto Juan de Mariana habían estado exponiendo en el último año en distintos foros en EEUU.
    La segunda conferencia a la que quería hacer referencia es 'Externalidades negativas del dinero' pronunciada en la misma sede del IJM el viernes 18 de febrero por Philipp Bagus. Philipp es profesor ayudante doctor de la Universidad Rey Juan Carlos y del Máster de Economía Austríaca. Aprovechó la ocasión para adelantar algunas de las conclusiones que presentará en la próxima Murray Rothbard Memorial Lecture en el Mises Institute. Su intervención, centrada en la teoría monetaria de esta corriente de pensamiento económico, explicó cuáles son algunas de las externalidades negativas de nuestro sistema monetario europeo, entendido dentro de un esquema de análisis de externalidades negativas en lo que se ha venido conociendo como la tragedia de los bienes comunales.
El profesor Bagus señaló que el campo del análisis de las externalidades negativas es un campo relativamente poco desarrollado por la corriente de pensamiento económico conocido como Escuela Austríaca. Y ha visto una posibilidad de explicar o entender lo que en su reciente libro, prologado por el profesor Jesús Huerta de Soto, ha denominado la tragedia del Euro. Se suele entender este análisis como el estudio de los efectos no compensados hacia terceros de las diferentes acciones humanas. En un modelo monetario respaldado por un patrón mercancía como como pueda ser el 100% patrón oro, al respetarse los derechos de propiedad, no se observarían estas externalidades negativas en la producción del dinero base. Sin embargo, dado el contexto actual de moneda fiat, el monopolio del Banco Central Europeo, las leyes de curso forzoso y las leyes fiscales producen externalidades negativas monetarias que dañan o merman el poder adquisitivo del dinero. De este modo el sistema del euro actual, aunque presenta frenos a la inflación directa mediante la centralización de la política monetaria en Frankfurt, incentiva una carrera inflacionaria por vía indirecta al permitir niveles excesivos de deuda en algunas naciones de la Unión. Es decir, el sistema europeo crea incentivos perversos  como los descritos en la tragedia de los bienes comunes. Cuando varios actores diferentes explotan un mismo recurso debido a derechos de propiedad mal definidos o mal defendidos, se produce el agotamiento o esquilmación de dicho recurso. El ejemplo del agotamiento de bancos de peces en la pesca de alta mar es uno de los ejemplos más claros de este tipo de tragedia. Con el euro ocurre algo parecido, según nos explica el profesor Bagus. Los diferentes gobiernos europeos están usando los bonos de deuda para financiar el déficit de las arcas públicas. Las naciones del Euro que tienen un poder adquisitivo mayor a su productividad gracias a esta financiación de deuda están lastrando el poder adquisitivo de todos los europeos que participan de la moneda común. La conclusión del profesor Bagus fue que los sistemas monetarios alternativos a este esquema o las reformas necesarias para salir de este esquema pueden clasificarse en función de la eliminación de estas externalidades negativas monetarias que generan incentivos perversos, a lo largo de los diferentes niveles en los que se producen.

Invito a los que estén interesados en las conferencias del Instituto Juan de Mariana, que asistan a la próxima que se celebrará en colaboración con el IV Máster de Economía Austríaca de la Universidad Rey Juan Carlos. Llevará el título de "Viena y Chicago: ¿Amigos o enemigos?" y correrá a cargo de Mark Skousen, profesor, autor prolífico y -como él mismo reconoce- algo polémico, además de gran conferencista, quien nos hablará sobre el origen y desarrollo de las dos principales escuelas económicas de libre mercado. Jueves, 03/03/2011, 19:00 Universidad Rey Juan Carlos (Vicálvaro-Madrid). En el Salón de Grados del Edificio Departamental.

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