Su explicación de cómo Proust puede cambiarte la vida me impresionó y divirtió bastante. Casualmente, una década más tarde me encuentro con una charla para la famosa plataforma TED que siento haber escuchado en el momento preciso para mí. Quizás para alguien más.
Adelanto que su charla no va a gustar a nadie, ni a ateos, ni a religiosos. A nadie con una mentalidad rígida, incapaz de confrontar de modo pacífico la diferencia. Pero esto creo que es lo interesante de su charla, que estimula a (re)pensar sobre las estructuras mentales de la felicidad humana.
Su propuesta es la creación de un ateísmo 2.0, un ateísmo que abandone el nihilismo y que obtenga aquellas ventajas que a lo largo de la historia de la humanidad nos han ofrecido las diferentes religiones.
Algunas de sus ideas o propuestas para llegar a este nuevo ateísmo son:
- Sustituir las escrituras sagradas por la cultura y la educación
- Reutilizar las estructuras repetitivas de la religión (rituales) para la reflexión sobre aquellas verdades que nos hacen felices o consideramos útiles
- Dejar la exposición meramente informativa por una más parecida al sermón o la prédica, puesto que los ateos son seres humanos y también necesitan la orientación, la moralidad y el consuelo que suelen ofrecer las religiones.
- Volver al uso del calendario para estructurar nuestro tiempo, nuestros ciclos y sincronizar encuentros con personas o ideas.
- Redescubrir el valor de la oratoria, de la expresión oral de los mensajes de un modo convincente
- La implicación del cuerpo, lo gestual, en la reflexión de las ideas filosóficas
- Abandonar la idea contemporánea del arte por el arte o que el arte no necesita explicación, que se explica a sí mismo, por una concepción simbólica o didáctica del arte: el arte en la religión es propaganda, educación, transmisión de una visión moral del mundo. Los ateos pueden usar el arte como comunicación.
- La organización colectiva es parte del éxito de las religiones. Los individuos aislados tienden a la depresión y a la incapacidad para lograr comunicar cambios sociales si no son seguidos o son parte de una organización social.
En fin, ideas provocadoras que estoy seguro de que no gustarán ni a religiosos ni a ateos contumaces, pero que quizás responden a verdades últimas de la naturaleza humana. Alguno va a decir que esto no es ateísmo 2.0 sino espiritualismo 2.0, o religión descafeinada. Y quizás tenga razón. Sólo hay que observar la organización sectaria de movimientos que se proclaman ateos para volver a observar todos los rasgos de una religión organizada. Pero no es menos cierto que sin el respeto mutuo, la educación que permite el disenso respetuoso, no es posible la convivencia pacífica entre creyentes diversos o creyentes y ateos.
Os dejo a Alain de Botton, lo explica mejor que yo:
Os dejo a Alain de Botton, lo explica mejor que yo:
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